El Legado Artístico de Don Miguel López en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe
La Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe destaca como uno de los símbolos más reconocibles de nuestro destino. Ubicada en el corazón de Puerto Vallarta, esta iglesia se erige como uno de los monumentos religiosos más significativos de la Bahía de Banderas y sus alrededores.
Dada su importancia, el equipo editorial de Vallarta Lifestyles continuamente presenta contenidos cuya intención es contribuir a resaltar aún más las características propias de esta emblemática iglesia situada justo frente a la Plaza de Armas. Esta no es la excepción.
A principios de este año, la señora Martha Corbelle, una lectora destacada de nuestra publicación, se puso en contacto con nuestra redacción para compartir la historia de su abuelo, el señor Miguel López Cortez, quien realizó una serie de obras en madera tallada para adornar el interior de la iglesia: “Entre 1947 y 1948, mi querido abuelo, a quien cariñosamente llamábamos Papá Miguel, creó el púlpito, los confesionarios y el comulgatorio. En aquel entonces, la parroquia estaba bajo la dirección del padre Rafael Parra” (1942-1966), explica.
“Papá Miguel nació en 1889 en Huachinango, Jalisco. Sus trabajos en madera se dispersaron en varias iglesias de Guadalajara, Puerto Vallarta y Tijuana. Además, creó numerosas piezas de arte en madera tallada que aún conservamos. Lo más destacable es que todo este magnífico trabajo lo realizó con un solo ojo, ya que perdió el otro a los 40 años debido al cáncer que padecía”, añade orgullosamente.
Aunque el señor Miguel López Cortez falleció en 1983, su obra y legado aún perdura en nuestro destino y en otras ciudades de México.
La Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe cautiva no solo por su impresionante belleza arquitectónica, que combina los estilos neoclásico y renacentista, sino también por el arte e historia que alberga en su interior.
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