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Herencia Wixárika y Cora: Un Legado Cultural en Riviera Nayarit

Jorge Chávez
Mar. 31, 2025
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Riviera Nayarit es mucho más que un paraíso de playas doradas y paisajes idílicos; es un territorio impregnado de historia y tradiciones que han perdurado a lo largo de los siglos. Entre sus mayores tesoros culturales se encuentran los pueblos originarios Wixárika y Cora, guardianes de una herencia invaluable que enriquece la identidad de México. Su legado sigue vivo en ceremonias, arte y costumbres que ofrecen a los visitantes una ventana única al patrimonio ancestral de la región.

LOS WIXÁRIKA Y LA ISLA SAGRADA DE TATÉI HARAMARA
El pueblo Wixárika, también conocido como huichol, es uno de los cuatro grupos indígenas que conforman la región del Gran Nayar. A pesar de que su presencia se extiende por varios estados del país, es en Nayarit donde mantienen comunidades profundamente arraigadas en sus creencias y rituales ancestrales.

Uno de los sitios sagrados más emblemáticos para esta comunidad es Tatéi Haramara, una isla ubicada frente a San Blas, donde los Wixárika veneran a Haramara, la Diosa del Mar. Según su cosmovisión, esta deidad representada por una gran roca blanca es la madre de todos los seres vivos y el punto de origen del mundo. La tradición narra que fue el primer objeto sólido sobre la Tierra y que a partir de ella surgieron los ríos y los océanos, alimentando la vida en todas sus formas.

Cada año, los Wixárika llevan a cabo ceremonias en este lugar sagrado, donde realizan ofrendas y rituales que simbolizan su profundo respeto por la naturaleza. En un gesto de apertura cultural, permiten que los viajeros sean testigos de esta experiencia espiritual, guiados por los custodios de sus tradiciones. Es un momento de conexión con lo ancestral, enmarcado por la majestuosidad del océano y la energía mística del entorno.

EL PUEBLO CORA Y SU RESISTENCIA CULTURAL
Los Cora, otro grupo indígena fundamental en la historia del estado de Nayarit, han preservado su identidad a pesar de los intentos de asimilación desde la época colonial. Su cultura se mantiene viva a través de festividades que reflejan su relación con la tierra y su cosmovisión única.

Una de sus celebraciones más significativas es la Fiesta del Tambor, que se realiza cada otoño en honor a los elementos naturales, especialmente al maíz, considerado un símbolo sagrado de vida y sustento. En la comunidad de El Roble, también se celebra el Festival del Maíz, donde se reconoce la importancia de este grano como pilar de su tradición.

Otro evento emblemático es La Judea o Semana Santa Cora, una festividad en la que los habitantes de diversas comunidades, como Jesús María, reinterpretan la pasión de Cristo según sus propias creencias. Durante la celebración, aparecen figuras como Los Centuriones y Los Demonios Negros y Blancos, creando una representación simbólica del bien y el mal, así como de la fertilidad de la tierra. Esta Semana Mayor cora es una experiencia inigualable que sumerge a los visitantes en un mundo donde la tradición prehispánica y las influencias coloniales conviven en una expresión de fe y resistencia cultural.

UN PATRIMONIO VIVO PARA EL MUNDO
Ser testigo de estas tradiciones no solo enriquece la experiencia de quienes visitan Riviera Nayarit, sino que también refuerza la importancia de preservar estas culturas vivas. Desde la devoción en Tatéi Haramara hasta las celebraciones en las comunidades Cora, cada ritual es una invitación a comprender la cosmovisión de estos pueblos y su profundo vínculo con la naturaleza.

Riviera Nayarit es un escenario donde la historia y la tradición se entrelazan, ofreciendo a los viajeros una experiencia auténtica y enriquecedora. Explorar este legado cultural es una forma de rendir homenaje a quienes han mantenido vivas estas costumbres a través del tiempo, asegurando que la herencia Wixárika y Cora continúe inspirando a futuras generaciones.

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