Nelly Galván Duque: Una Vida Dedicada a Puerto Vallarta

Prácticamente desde sus inicios, la región de la Bahía de Banderas ha sido hogar de distintas personalidades, quienes han demostrado su amor por el destino a través de acciones que promueven las artes, la cultura y contribuyen a mejorar el estilo de vida de sus residentes.

Una de ellas es Nelly Galván Duque, conocida también como Nelly Wulff o Nelly Barquet, quien compartió con el equipo editorial de Vallarta Lifestyles parte de su historia en Puerto Vallarta, la cual comenzó en 1956.

Llegada al Destino

“Yo nací en la Ciudad de México, donde viví hasta 1951. Una vez casada con Guillermo Wulff, comenzamos a viajar a distintos lugares del país, pues debido a su profesión, teníamos que mudarnos cada cierto tiempo, hasta que llegamos a Puerto Vallarta”, comparte.

Nelly menciona que el paisaje rústico fue lo primero que llamó su atención: “Al llegar me gustó todo, en especial la vegetación. También me fascinaron sus calles pequeñas, sin avenidas; así como su esencia de pueblito típico, con sus casitas sencillas que tenían mucho encanto. Sus atardeceres me impresionaron, los cuales siguen siendo únicos”.

En ese entonces, al ser un destino naciente lleno de atractivos naturales, el matrimonio Wulff solía compartir que habían llegado a un lugar con un gran potencial de desarrollo, el cual tenía un futuro lleno de prosperidad.

Nelly’s

Entre 1958 y 1959, comenzó a desarrollarse en la industria de la moda al fundar Nelly’s, una de las primeras boutiques de ropa bordada en el destino. Ubicada antiguamente en El Centro, durante 30 años sirvió como fuente de empleo para mujeres de distintas edades.

“Considero que esa tienda es lo más importante que he hecho en mi vida, pues cuando recién llegué a Puerto Vallarta, no había empleos para las mujeres. Entonces me di cuenta de que muchas de ellas sabían bordar y fue cuando se me ocurrió incursionar en esta maravillosa industria. Me siento orgullosa, porque durante esas tres décadas pude dar empleo a más de 125 mujeres. Además, en poco tiempo logré que su trabajo fuera reconocido y apreciado en Estados Unidos”.

Restaurantes

Poco después, a inicio de los 60, Nelly y Guillermo comenzaron a expandir su visión y fundaron El Dorado, uno de los restaurantes de Olas Altas más populares y con mayor trayectoria en Bahía de Banderas, donde implementaron un cálido servicio a sus visitantes.

Además de este reconocido restaurante, Nelly y su hija Guadalupe tuvieron la oportunidad de abrir Las Palomas, un establecimiento ubicado sobre el Malecón que estuvo en funciones durante 38 años.

Promotora del Arte y la Cultura

Para Nelly, todo en la vida es un círculo que en algún punto debe cerrarse para dar paso a una nueva etapa, tal fue el caso de algunos de sus negocios y en su vida personal, cuando se separó de Wulff y, tiempo después, llegó uno de sus amores de juventud: Ramiz Barquet.

“Después de mi separación decidí quedarme en Puerto Vallarta, pues ya lo consideraba mi hogar. De hecho, solo iba a la Ciudad de México a visitar a mi familia, pero un día, después de 27 años de no vernos, me encontré con Ramiz. Comenzamos a salir y, entre pláticas, me comentó sobre su trabajo como escultor, así que decidí ayudarlo a promocionar sus obras en la capital del país. Al ver que eran bien aceptadas por la gente, lo convencí de mudarnos a Puerto Vallarta y continuar con la comercialización de su trabajo en este destino”.

“Recuerdo que, cuando mi amigo Fernando González Corona era el presidente municipal de Puerto Vallarta, me comentó su intención de traer a más artistas para instalar esculturas sobre el Malecón, por lo que comencé a contactarlos para crear lo que hoy en día es esta larga galería de arte al aire libre. La primera obra de Ramiz en el destino fue Nostalgia y enseguida fueron El Pescador, La Rinconada del Juglar, Tiburón Espiral, La Familia y San Pascual Bailón, entre muchas otras que aún se exponen en Galería Pacífico”.

Uno de sus más recientes méritos ha sido su participación en la implementación del Art & Market Marina, un proyecto que inició hace cuatro años con apenas 30 vendedores de artesanías y productos regionales. Actualmente, este mercado artesanal está conformado por más de 260 puestos itinerantes que contribuyen de manera activa en la economía local.

“Puerto Vallarta me ha dado una alegría absoluta y una gran satisfacción por todo lo que he podido lograr. Me gusta pensar que mi esfuerzo ha sido un granito de arena en las muchas labores que se han llevado y aún se llevan a cabo en pro de este maravilloso destino”, concluye.