Sarah Elengorn: La cultura del altruismo
Además del profesionalismo que proyecta, Sarah Elengorn inspira confianza, calidez y cordialidad. Sin duda, atributos clave que la han posicionado como una de las brókeres inmobiliarias más prominentes de la región.
Originaria de Londres, Inglaterra, Elengorn se graduó de la Universidad de Bath donde hizo los estudios de Integración Europea con francés e italiano. Aunque su idea original era trabajar en Bruselas para la Unión Europea, necesitaba dominar un cuarto idioma. Entonces decidió aprender español, pero en vez de ir a España, prefirió unirse a Outreach International, un programa de voluntarios con proyectos de servicio social enfocados a la niñez vulnerable. Al revisar las opciones de los países hispanos donde había oportunidad de colaborar en ese momento, se decidió por México y de esta manera, llegó a nuestro destino por primera vez en 2003 para auxiliar en el DIF Puerto Vallarta, dentro del Albergue Nueva Vida.
El día que la visitamos en su oficina, nos recibió con puntualidad exquisita, tal y como lo marca la tradición inglesa. Durante nuestra charla, no solo pudimos apreciar su español perfecto, sino también la cultura del altruismo que comparte con todo aquel que la rodea: “Desde niña, mis papás me inculcaron el ejemplo de donar y ser voluntario. Ellos me decían: ‘OK, ahí está tu dinero, pero piensa bien lo que vas a hacer con cada libra. Si vas a comprar algo, ¿realmente te va a servir o le puede servir a alguien más?’. Crecí con esa mentalidad. Además, en Europa es muy normal otorgar el 10 % de tus ganancias a alguna asociación de beneficencia”, comenta.
“El altruismo se trata de dar y recibir, es pensar en ir más allá de ti mismo y ver el mundo para aportar un granito de arena que mejore la vida y situación de alguien más”. —Sarah Elengorn.
Durante los primeros días en Puerto Vallarta, su misión dentro del albergue era enseñarles inglés a los niños: “Eran clases muy básicas, ya que muchos de ellos no sabían leer ni escribir. El convivir con ellos diariamente, fue de gran ayuda para empezar a formular mis primeras frases en español”, recuerda.
Después de un tiempo, como era el plan original, voló a Washington, D.C. para trabajar seis meses en el departamento de relaciones públicas de la delegación americana de la Unión Europea. Poco antes de regresar a Londres, la invitaron a colaborar con Pasitos de Luz y otras asociaciones locales para coordinar visitas de cirujanos, dentistas, terapeutas y voluntarios. No dudó en aceptar y durante año y medio se desempeñó en ese puesto.
Su carrera en la industria de los bienes raíces comenzó en 2005 como asistente de Harriet Murray en la agencia Cochran Real Estate. Al tiempo, se integró a Applegate Realtors como agente de bienes raíces, donde colaboró por ocho años. Después de eso, decidió que era el momento de abrir su propia agencia: Elengorn Realtors.
“Cada bróker tiene su estilo, prioridades y maneras de trabajar. En lo personal, encontré mi nicho en los proyectos condominales, donde he estado involucrada en varios desarrollos desde la fase de planeación”, explica.
“Cuando Carlos González de CRAGSA supo que ya estaba por mi cuenta, me contactó para presentarme Zenith y darme la exclusiva de las ventas. Supuestamente, me independicé para poder pasar más tiempo con mis hijos, pero hasta el momento no ha sucedido”, sonríe.
Sarah Elengorn comentó que disfruta mucho estar con su familia: “Una de mis opciones favoritas para pasar el fin de semana, es realizar la caminata que va de Boca de Tomatlán hasta playa Las Ánimas. Aproximadamente, es una hora a paso tranquilo. Luego pasamos el resto del día en Casitas Maraika o en el pueblito. Al final, nos regresamos en panga. Y es que levantarse temprano, caminar, convivir y admirar la naturaleza significa tener el domingo perfecto”.
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