Voladores de Papantla: Una Ceremonia Ritual en Puerto Vallarta

Una de las actividades más memorables tanto para los visitantes como para los residentes de nuestro destino es pasear por el afamado Malecón. Este increíble camino frente al mar es verdaderamente el corazón del centro de Puerto Vallarta. Aquí, uno de los aspectos más destacados es disfrutar de las vistas y los sonidos de los encantadores Voladores de Papantla que se elevan por el aire mientras realizan su ritual.

Esta ceremonia ritual en Puerto Vallarta comienza con cinco voladores (también conocidos como hombres pájaro) trepando a la parte superior del poste, donde se sientan y esperan hasta que el maestro del grupo se pose y comience a tocar su melodía distintiva con la flauta.

Cada uno de los otros cuatro voladores tiene un pie o la cintura atado a la parte superior del poste, desde el cual comienzan a girar lentamente boca abajo hasta llegar al suelo. A medida que se acercan a la Tierra, ellos giran alrededor del poste un total de 13 veces, tiempo durante el cual “bailan” mientras el maestro guía la experiencia y toca su música desde lo alto del poste.

Hay un gran poste situado junto al Malecón de Puerto Vallarta, donde estos talentosos artistas ofrecen un espectáculo deslumbrante varias veces durante el día. Los hombres visten hermosos atuendos tradicionales adornados con coloridos bordados mientras realizan un baile especial alrededor del poste.

Historia

Esta antigua ceremonia se remonta a hace cientos de años en el centro de México, cuando una severa sequía asoló la tierra y causó hambre a los indígenas locales. Para complacer a los dioses que se sentían desatendidos y, por lo tanto, retenían la lluvia, se creó esta ceremonia para pedirles que devolvieran el agua.

Cinco jóvenes recorrieron el bosque y cortaron el árbol más alto que pudieron encontrar y procedieron a quitarle las ramas (después de recibir el permiso del dios de la montaña). Después de arrastrar el árbol de regreso a su pueblo, colocaron el tronco en el suelo para crear un poste. Los hombres se disfrazaron de pájaros y treparon por el tronco del árbol para llamar la atención de los dioses. Luego, cuatro de ellos saltaron desde la parte superior mientras el quinto se quedó para tocar música, lo que complació a los dioses que posteriormente terminaron con la sequía.

Este antiguo ritual es tan importante para la cultura de México que la UNESCO lo nombró patrimonio cultural inmaterial para protegerlo y promoverlo.