Rescate de Mascotas sin Fronteras: 15 Años de Exitosa Labor de la SPCA Puerto Vallarta
La SPCA Puerto Vallarta (Sociedad Protectora y Compasiva por los Animales) fue fundada en 2007. Esta organización sin fines de lucro ayuda a rescatar animales en situación de calle o abandono y promueve campañas de esterilización, además de facilitar la adopción de mascotas al interior de nuestra bahía y hacia otros países.
La primera ubicación de este albergue o Santuario (como también se le conoce) fue en una pequeña casa de dos recámaras en la colonia Paso Ancho, la cual fue acondicionada para recibir, cuidar y rehabilitar a los perros y gatos que inicialmente eran sacados de las calles para brindarles un refugio seguro.
Con el paso del tiempo y distintas necesidades en ascenso, la SPCA Puerto Vallarta comenzó a buscar un espacio con mayores dimensiones donde pudieran brindar una mejor atención a los animales que rescataban. De esta manera, en 2012 se mudaron a su albergue actual, el cual se encuentra a un costado de la rivera del Río Pitillal.
La ardua labor de este grupo que busca reducir el número de perros y gatos sin hogar en nuestro destino, los ha llevado a trabajar en estrecha colaboración con asociaciones extranjeras como PVCA Animal Rescue (Canadá) y PreVent Cruelty to Animals (Estados Unidos). Su objetivo es facilitar que animales locales, los cuales han sido previamente examinados y poseen documentos de salud completos (por lo que están médicamente autorizados para viajar) puedan ser adoptados y trasladados a hogares de esos países.
Programa de Reubicación de Mascotas
Luz María Wong, directora de SPCA Puerto Vallarta, comparte los detalles generales de este programa que en promedio ha rescatado y reubicado a 200 perros y gatos por año.
“Al llegar al albergue, los animales pasan directamente a un área de cuarentena, donde se les realiza un protocolo que incluye estudios de sangre y una serie de exámenes para detectar distintas enfermedades. Enseguida, si aplica, se les administra el tratamiento correspondiente. Una vez que nuestros médicos veterinarios comprueban que están completamente sanos, se les toman fotografías para subirlas a un sitio web donde se publican mascotas en adopción”, explica.
“Cuando un adoptante muestra interés por cierto perro o gato, se les comparte una solicitud para que la llenen. Posteriormente, un representante de alguna de las asociaciones con las que colaboramos en el extranjero visita la casa donde el animal va a vivir y la revisa a detalle para asegurar que cumpla con las condiciones necesarias. De esta manera conocen a quienes serán los dueños y, si todo está en orden, se procede con la adopción de la mascota”, añade.
“En este punto entran en escena lo que nosotros llamamos Flight Angels, es decir, nuestra red de colaboradores comienza a preguntar entre sus conocidos si alguno va a viajar pronto a Estados Unidos o Canadá para pedirles que se lleven a la mascota y la entreguen directamente al adoptante. Nosotros realizamos el trámite y corremos con todos los gastos, los cuales se cubren mayormente con la cuota de cooperación”, señala.
Las adopciones también suceden a nivel local y ocurren prácticamente de la misma manera: “A los miembros de la familia que tienen poder de decisión se les pide que llenen una solicitud donde manifiesten su mutuo acuerdo para integrar a una mascota al hogar. Posteriormente hacemos una revisión de la casa para cerciorarnos de que los espacios sean los adecuados y, si cumplen con estos requisitos, se cubre la cuota de cooperación que contempla la cirugía de esterilización, algunas vacunas y otros gastos relacionados”.
Dusty: El Caso de Éxito de SPCA Puerto Vallarta
Wong compartió la historia de Dusty, un perro abandonado que estaba muy enfermo cuando fue rescatado y ahora vive en el extranjero con una familia canadiense.
“Dusty estaba muy flaco y prácticamente padecía todas las enfermedades que puede tener un perro. Fue encontrado en la colonia Mojoneras en 2019, en una zona donde había mucho polvo —de ahí su nombre—. Su estado físico era tan deprimente que se confundía con la tierra del entorno y sus enfermedades eran tan graves que pensábamos que no iba a sobrevivir. De hecho, no sabíamos por dónde comenzar a tratarlo. Sin embargo, gracias al trabajo de todo el equipo, entre finales de 2020 y principios de 2021, pudimos colocarlo en Canadá y allá continúa fuerte y sano”.
Retos para el Albergue
El Huracán Nora trajo consigo fuertes vientos e intensas lluvias cuando tocó tierra en nuestro destino durante agosto de 2021. Lamentablemente, estas condiciones climatológicas provocaron el desbordamiento de ríos, así como inundaciones y deslaves en distintos puntos de la ciudad.
Con la crecida del Río Pitillal y los árboles que arrastraba su corriente, las instalaciones e infraestructura del albergue SPCA Puerto Vallarta sufrieron daños severos. “Más de la mitad de nuestro terreno se desvaneció y aproximadamente 600 metros cuadrados de construcción se perdieron. Ahí se fueron las 20 jaulas que conformaban la zona de cuarentena, la alberca que servía para realizar terapias físicas y el área de gatos, así como nuestro comedor, un baño, la lavandería y un departamento donde nuestros colaboradores vivían. Ahora solamente nos quedamos con nueve jaulas, un baño, un consultorio veterinario que hemos adaptado como bodega y el cuarto de cirugías”, explica Wong.
Aunque en el corto plazo buscan reconstruir paulatinamente sus instalaciones, uno de sus mayores retos es trabajar en el reforzamiento de los márgenes del río, los cuales requieren la implementación de muros gavión para funcionar como protección efectiva ante la posible presencia de otro fenómeno meteorológico.
¿Cómo Ayudar?
Primordialmente, esta asociación puede ser apoyada de tres maneras:
- A través de involucrarse como voluntario.
- Con ayudas en especie (mientras que el alimento para gato es Maintenance Cat, el de perro es Nature’s Domain, ambos de la marca Kirkland).
- Mediante donaciones económicas deducibles de impuestos a través del sitio web spcapv.com.
En Memoria de Janice Chatterton
Janice Chatterton, fundadora y presidenta de la SPCA Puerto Vallarta, hizo en vida lo que pocos hacen, pues contribuyó a cambiar el comportamiento social y a salvar muchas vidas animales. Ella falleció en 2019 después de padecer una enfermedad repentina.
Originaria de California, Chatterton llegó a nuestro destino en 1990, cuando compró la emblemática Casa Bur-Sus para utilizarla como propiedad vacacional (aquella que Richard Burton le obsequió a Susan Burton después de filmar La Noche de la Iguana). A través de la renovación, la compra de las villas de los alrededores y la innovación, esta propiedad se convirtió en Casa San Ángel y finalmente en Hacienda San Ángel en 2003.
Simultáneamente desarrolló la Sociedad Protectora y Compasiva por los Animales de Puerto Vallarta, proyecto que se ha llevado a cabo con gran éxito en nuestro destino desde hace 15 años.
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